Si usted está considerando contratar los servicios de un escolta para mejorar sus niveles de protección, le sugiero que lea estas líneas, le van a resultar de utilidad y le pueden ahorrar muchas angustias. Recuerde que más allá del dinero, la seguridad tiene otros costos asociados como lo son la reducción de los niveles de privacidad y la pérdida de comodidad.
La primera evaluación que debe hacer para identificar si realmente usted requiere los servicios de protección que brinda tener escoltas, es responder a las preguntas siguientes con sí o no.
- ¿Su actividad profesional o vida personal implica que usted esté la mayoría de su tiempo en la calle?
- ¿Tiene usted un nivel socioeconómico o profesional que lo ubica por encima del promedio del entorno en el que usted se desenvuelve?
- ¿Tiene usted hijos jóvenes o adolescentes con vida nocturna muy activa?
- ¿Posee usted vehículos blindados?
- ¿Cree usted que en su vida profesional o personal existen personas que son potenciales amenazas y pueden causarle daño a usted o a su familia?
- ¿Cuenta usted con un presupuesto que justifique una inversión recurrente en seguridad?
- ¿Considera usted los “sacrificios” que implican tener un servicio de escoltas son inferiores a los beneficios que recibirá a cambio?
- Si usted respondió positivamente al menos 5 de estas 7 preguntas, puede ser necesario que considere incrementar su seguridad con personal de escolta y tome las recomendaciones siguientes como una guía de sugerencias.
Contrate a los escoltas a través de una empresa especializada y reconocida: busque referencias y contrate estos servicios de protección a través de una organización. Si bien es cierto que puede resultar más costoso en dinero, le va a ahorrar gastos de supervisión, capacitación, ausencias y cambios de personal. Adicionalmente, triangular la relación con el escolta a través de una organización le va a reducir el vínculo emocional que genera este tipo de relaciones. Recuerde que la protección de un escolta puede pasar de ser una gran alianza a una gran amenaza, si no se gerencia adecuadamente, y en este sentido, las empresas con experiencia y trayectoria le van a facilitar las condiciones para que siempre el custodio sea un aliado.
Estar mejor protegido no significa reducir los niveles de alerta: no piense que porque usted está escoltado es invulnerable frente a las amenazas del entorno. Un buen servicio de protección debe motivar a su protegido a mantener, y si es necesario a aumentar su nivel de alerta ante riesgos. El escolta es, en primer término, una figura disuasiva que aporta a la prevención. El uso de la fuerza y el arma de fuego son los últimos recursos en caso de situaciones extremas, no pretenda que por cualquier discusión callejera el personal de escoltas va a batirse contra el agresor. Un buen escolta conoce sus límites y cuenta con herramientas de mínima violencia para lidiar con los problemas. Tampoco crea que porque usted está escoltado tiene permiso para agredir a otros.